martes, 15 de septiembre de 2015

veiði.



De alguna manera la tierra aguarda el silencio
de alguna manera el masticar de las sombras
y por siempre el temblor de manos
al intentar empuñar el calor áspero de las puntas pálidas
            trabajar en el oficio de los ojos
juntar en el plato las pestañas de los salvajes
y los huesos torcidos de las manadas
alejar la cacería que arrebata el nombre de los animales
ellos vienen a beber el agua
la muerte que escondemos en las mejillas
sólo merecemos el llanto en esta rotación de cadera
el párpado seco y el recuerdo pesado de los días.