Todo se mueve antes de entrar al sueño
un orden en el que me siento extraña
tardo en entrar ensayo
la dulzura
mientras, a lo lejos persisten en el collar del cuello
la garganta no es rosal en mi tiempo
justamente así la
ceguera
el presagio
un
estallido en brotes de estos campos
donde acallar
la insistencia de las gárgolas dormidas
en qué
lugar celebras tu presencia
en qué
torpe murmullo contemplas los puños
debajo de mi cama las escurridizas bocas
me cuentan
que las alegrías sólo saben de transparencia
por eso mis
ojos estremecidos
en alto abrazo.