miércoles, 17 de septiembre de 2014

dýr.


Quiero coronar a las piedras
y exagerar un poco si digo
tu boca comiendo en horizontal 
lo seco de mí a punto de salvarse

los animales                        insisto
los animales poblando los pueblos
los animales indefensos que no volverán a dejarse desaparecer
los pueblos poblados por animales jadeantes

perros ciegos debajo de la cama

se trata de una casa por la que tú caminas
una casa llena encima de mí  y en ella
yo no sé si es por la dulzura de la fruta  
que de verdad te levanto los testículos con la lengua
hasta llorar las piernas     
luego                        el danzar de las cerezas me mira de reojo

los animales                        insisto
los animales poblando los hogares

y venir aquí
a la caída de los ríos donde los niños dejan de jugar
y el aleteo del pajarito perfumando el orificio
habita dulcemente rebotando contra la ventana
sin miradas antiguas en los cristales

duérmete niño            duérmete ya

como su murieras de repulsión y asco
ensalivando las plantas de mis pies
separando los deditos en la búsqueda
de un par de gorriones de madera cubiertos de hambre

nada justifica este somos en un tanto tanto tanto
parecido al amor coleccionando restos de comida entre los dientes
y ya nada es fácil
porque es tan grande el hueco en las manos del cazador de tortugas
que nada volverá a desaparecer ni siquiera los animales

los animales                        insisto
los animales brotando del sudor de la nieve

yo sé
es el tiempo
no hay un pedazo de cielo más prometido
que el del vientre blando repleto de pisadas.