Sin querer te has quedado mirando a una chica
que se separa el pelo y lo coloca en un jarrón
como queriendo encontrar el sendero de las tortugas
después, mucho más lejos del vocerío
una montaña ha estallado en el centro de un vagón
llenándolo todo de nieve hasta una belleza rojísima
sólo él sabe cuidar su palidez
donde cabe una flor dentro de una nuez envuelta en pan
y el resto son ojos que bizquean
el secreto de una pecho perfectamente ordenado
y también las gracias son para los animales
y también los abrazos son lo más parecido a entrar
con los ojos muy abiertos en una caja antigua de música
todo tan cierto como que asiento y sonrío
como que me sigue creciendo el amor en las mejillas
en la vida entera