miércoles, 27 de mayo de 2015

steinn.


La imagen de una planta crecer
nos ata los ojos al cráneo
el infinito se torna verde invisible

y por eso

consciente la planta del poder fatal
de deformarnos la cabeza
carga su peso en su cerrar de hojas
sólo porque sabe traducir
el esqueleto del insecto
que torpe se estrella y revienta en rojo el tallo

apoyada
en esa imagen
me llevo el olor a las manos 
que me llevo a la boca
que me trago hasta contagiarme
de la infatigable quebradura de la raíz

en voz baja
me tumbo en el crujir del suelo de madera
como un nido de tierra hecho de sonidos

como el hambre
en la tripa
de mi madre           
como música escondida

he plantado una piedra en mi cuerpo
mírala en la voz del ciego
en el crecer resignado de una planta 
sobre las ventanas de nuestros hombros 

                                   todos los jardines están muertos en la carcajada del pájaro
                                   y las piedras se arrullan en los malos modos de los hombres

míranos en la voz del ciego