martes, 8 de diciembre de 2015

Rammar II.


Eso que te cabe es apenas la luz


también el miedo abriendo la frente en dos
           para estar en el amor
como si fuéramos tierra apretando el verde
como un garabato de frutas que salpican
           o se crecen en tanta vida estrecha

           un dolor
y algunos restos sueltos de mujeres fantasma
devorando insectos
bajo este susurro de cosas hermosas

mi calma es hacia delante asalto de ternura
no soy más que una criatura enamorada
           
y estoy feliz 
con este zumbido de lluvia en mangas largas
rejuveneciendo la mañana 
ahora que tus hombros son dos niños pequeños
jugando al ruido
     
luego un paseo de cosas sucias
cocinas           huesos            habitaciones de trastos
y una bufanda de balcón a balcón
por si es entonces detrás de mí la risa 
o todo el mundo durmiendo en el mantel
donde van a parar las cosas sencillas
sin que se lo contemos a nadie

y las manos redondas huelen a leche caliente
y dentro de mi vagina me hago la muerta
como si nunca me hubiera llevado a la voz
el agua de los ríos para metérmela en la boca

eso que te cabe
es apenas la luz
para que no me apabulle y pueda sonar 
como suena lo triste cuando lo aplastas
entre tu ojo y el mío delante de la casa.